Versión editorial a partir del estudio realizado por el Programa Universitario Amazónico (PUAM) en el marco del Observatorio de la Democracia en América Latina de AUSJAL.
La democracia es una aspiración profundamente sentida en los territorios amazónicos, pero su vivencia cotidiana dista mucho de esa promesa. El Programa Universitario Amazónico (PUAM), en alianza con AUSJAL, ha escuchado la voz de 117 liderazgos sociales de seis países de la cuenca —Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela— para comprender desde sus territorios cómo se percibe, valora y proyecta la democracia.
Este estudio, cuya versión completa será publicada próximamente en el marco del grupo de trabajo del Observatorio de la Democracia de AUSJAL, se presenta aquí en formato editorial-investigativo. No pretende ofrecer un análisis estadístico exhaustivo, sino más bien una síntesis crítica y propositiva desde el corazón mismo de la Amazonía. Su objetivo es visibilizar las tensiones democráticas en los territorios, los principales desafíos y, sobre todo, los horizontes que se abren para una transformación política con rostro territorial y comunitario.
Democracia percibida: una promesa lejana
La investigación parte de una convicción profunda: la democracia no se reduce a lo electoral. Más allá de los procedimientos, es también una experiencia vivida, una forma de habitar el poder, de construir colectivamente los destinos. En la Amazonía, esta experiencia está marcada por exclusión, desigualdad y desconfianza institucional.
Los liderazgos sociales encuestados valoran la democracia en su dimensión ideal —asociada a participación, libertad e igualdad—, pero expresan una insatisfacción generalizada con su expresión práctica. Se reconoce su importancia, ya que en el marco de un país democrático se puede proponer y luchar para garantizar una mejor calidad de vida de los pueblos que han sido históricamente excluidos, algo que en países con gobiernos autoritarios no existiría posibilidad. Sin embargo, la democracia se considera como algo lejano y que no llega al territorio.
Esta percepción de distancia se debe a múltiples factores: centralismo estatal, corrupción, falta de reconocimiento a las formas propias de organización y una persistente tendencia a imponer modelos ajenos de gobernabilidad. La vivencia amazónica revela una paradoja: se exige más democracia, pero se duda de su eficacia real.
Principales tensiones identificadas en los procesos democráticos en la Amazonía
- Participación vs. Exclusión: Aunque el ideal democrático apela a la participación, en la práctica los mecanismos son restrictivos. Las comunidades sienten que sus formas propias de gobierno —asambleas, consensos, autoridades ancestrales— no son reconocidas por los Estados.
- Descentralización vs. Captura institucional: Se valora la descentralización, pero existe una profunda desconfianza hacia los niveles locales de gobierno, muchas veces percibidos como espacios de corrupción o clientelismo.
- Representación vs. Autonomía: La democracia representativa no ha garantizado una representación efectiva de los pueblos originarios. La autonomía comunitaria sigue siendo vulnerada por lógicas extractivistas que no consideran la consulta previa ni los derechos territoriales.
- Unidad nacional vs. Pluralismo territorial: El discurso de unidad muchas veces invisibiliza la diversidad. La Amazonía no es un recurso natural a explotar, sino un conjunto de territorios visvos con dinámicas propias. Las políticas homogéneas erosionan las formas comunitarias de decisión.
- Democracia simbólica vs. eficacia autoritaria percibida: Aunque la mayoría defiende la democracia como valor, un porcentaje significativo justifica formas autoritarias si estas “resuelven problemas urgentes”. Es una señal de alerta sobre la erosión del pacto democrático ante la desesperanza.
Factores críticos: lo que debilita la democracia en la Amazonía
El estudio identifica causas estructurales que deterioran la calidad democrática. Las más señaladas son:
- Corrupción generalizada: No solo en los altos niveles del Estado, sino también en las estructuras locales. Esto ha generado un sentimiento extendido de impunidad.
- Pobreza, desigualdad y racismo: La democracia no ha logrado transformar las condiciones materiales de vida en los territorios. Se mantienen brechas históricas que afectan especialmente a pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos.
- Desconfianza institucional: La percepción de que las instituciones no representan ni protegen a la ciudadanía socava la legitimidad del sistema democrático.
- Crimen organizado: La influencia del narcotráfico y otras economías ilegales distorsiona las dinámicas políticas, captura territorios y siembra miedo, afectando gravemente el ejercicio de los derechos democráticos.
Aunque este aspecto no fue mencionado directamente por las personas encuestadas, consideramos importante destacar otro factor crítico: la crisis global y las múltiples violaciones al derecho internacional por parte de gobiernos autoritarios. Estas dinámicas tendrán consecuencias en el orden mundial, tanto político como económico, que inevitablemente afectarán también a los gobiernos de América Latina y de la Amazonía.
Actores clave y esperanza situada
Frente a este panorama, el estudio también identifica espacios y actores que conservan un alto grado de legitimidad y confianza, entre ellos:
- Las universidades —especialmente las vinculadas a procesos de incidencia territorial—, por su capacidad crítica y formativa.
- Los movimientos sociales, que encarnan una democracia viva desde abajo, basada en la organización comunitaria.
- Las organizaciones civiles, por su rol en la defensa de derechos y la vigilancia ciudadana.

Esta confianza muestra que, aunque las estructuras estatales fallan, existen capacidades organizativas y éticas en los territorios que pueden sostener un proceso democrático alternativo, más participativo, más intercultural y más arraigado.
Horizontes: propuestas para una democracia territorial en la Amazonía
La parte conclusiva de este estudio no se limita a diagnosticar. Desde el PUAM y sus aliados, se formulan caminos posibles hacia una democracia amazónica con rostro propio. A continuación, se presentan tres apuestas concretas:
1. Formación democrática territorial con enfoque sinodal
La Escuela de Gobernanza Territorial y Liderazgos Sociopolíticos Sinodales para la Fraternidad, impulsada por el PUAM y AUSJAL, busca consolidar una formación política enraizada en las realidades amazónicas. El enfoque sinodal —caminar juntos— no es solo eclesial, sino profundamente político: propone procesos de escucha, discernimiento y construcción colectiva del bien común. La democracia se construye desde la comunidad, no desde la cúpula.
2. Capítulo Amazónico del Observatorio de Gobernanza Democrática y DDHH
Se propone institucionalizar una línea de seguimiento y análisis permanente sobre la situación democrática y los derechos humanos en la Amazonía. Esto permitirá visibilizar dinámicas locales, monitorear riesgos, identificar oportunidades de participación y promover mecanismos de rendición de cuentas desde la sociedad civil.
3. Incidencia territorial e internacional desde las voces amazónicas
Frente a modelos autoritarios y extractivistas que avanzan sobre la región, es urgente fortalecer la capacidad de las comunidades para incidir en políticas públicas y agendas internacionales. La voz de la Amazonía debe ser escuchada no como denuncia solitaria, sino como propuesta concreta de alternativas de vida y de organización política.
Esta línea se articula con los esfuerzos de instancias como la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y de otros movimientos y organismos aliados que han puesto en el centro la defensa de la Casa Común, la dignidad de los pueblos y la reconfiguración de la democracia desde los márgenes.
Conclusión: hacia una democracia Amazónica con raíces y dignidad
La democracia, tal como la sueñan los pueblos amazónicos, no es solo un sistema político: es una forma de relación, una ética del cuidado, un horizonte de dignidad. Para que sea plena, debe enraizarse en los territorios, reconocer las heridas de la historia y abrirse al pluralismo de los pueblos.
Los datos de este estudio muestran que la Amazonía no es un desierto democrático, sino un laboratorio de esperanzas. A pesar del desencanto con las instituciones, persiste un tejido social vivo, creativo y profundamente político. Las comunidades amazónicas no esperan ser gobernadas: reclaman el derecho a decidir, a cuidar, a construir futuro.
Nota final: Esta publicación forma parte del proceso de construcción colectiva impulsado por la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL), en el marco de su Observatorio para la Democracia en América Latina, en la que participa el Programa Universitario Amazónico (PUAM).
Desde el PUAM, esta iniciativa se inscribe en su vocación de contribuir a una educación superior territorial, crítica, intercultural y transformadora, que brote desde las realidades de los pueblos, reconozca sus saberes, y acompañe la gestación de alternativas de vida digna y Buen Vivir. Esta versión editorial-investigativa del estudio se ofrece como una contribución situada a los debates sobre democracia, participación y justicia en la Amazonía, anticipando una publicación más extensa y detallada que será presentada próximamente. El documento ha sido elaborado por Mauricio López Oropeza y Romina Gallegos Brito, del PUAM, con el valioso apoyo del equipo de asistentes de investigación del ITESO, la revisión especializada de miembros de nuestro programa, y de las contribuciones de líderes y lideresas sociales de Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, quienes compartieron generosamente su experiencia, sus voces y su visión crítica sobre el presente y el futuro de la democracia en sus territorios.