Introducción: La Urgencia Profética de la Ecología Integral

Vivimos en tiempos críticos para la humanidad, donde las decisiones que tomemos hoy afectarán profundamente el futuro de nuestra Casa Común. La Amazonía, pulmón vital del planeta y hogar de numerosos pueblos indígenas y comunidades tradicionales, está bajo una amenaza constante debido a la expansión de actividades extractivas, ahora disfrazadas de “soluciones de reverdecimiento superficial”. Este concepto, que aparenta ser un camino hacia la sostenibilidad, sigue operando bajo la misma lógica de explotación que ha devastado la Amazonía y sus pueblos durante siglos.

A cinco años de la publicación de Querida Amazonia, seguimos constatando que este documento sigue vigente como una carta de amor y un compromiso eclesial con los pueblos amazónicos. Nos recuerda que la verdadera conversión no está en las declaraciones bien intencionadas, sino en la acción concreta de una Iglesia que camina con ellos, los escucha y los reconoce como protagonistas de su propio destino. Querida Amazonia ha plantado semillas que continúan germinando, fortaleciendo un modelo eclesial más sinodal, encarnado y comprometido con la vida y la justicia.

Desde el Programa Universitario Amazónico (PUAM), entendemos que el desafío de la justicia integral no es solo ambiental, sino también social, cultural y eclesial. Inspirados en la visión de Laudato Si’ y en el espíritu de Querida Amazonia, acompañamos procesos de formación y empoderamiento para que los propios pueblos sean sujetos activos de transformación. Esta reflexión recoge algunas de las contradicciones del greenwashing y del extractivismo disfrazado de sustentabilidad, y llamando a una respuesta urgente desde la Iglesia y la sociedad.

Soluciones de Reverdecimiento Superficial: Una Respuesta Falsa a la Crisis Ecológica

La llamada “transición verde” promueve fuentes de energía renovable como la solar y la eólica, así como tecnologías como los autos eléctricos, que, siendo menos impactantes que la energía de fuentes fósiles, también requieren una extracción masiva de minerales como litio, cobalto y níquel. Este modelo sigue dependiendo de la explotación intensiva de la naturaleza, particularmente en biomas frágiles como la Amazonía. Las reflexiones del PUAM coinciden con la crítica del Papa Francisco en Laudate Deum, donde denuncia el fracaso de las negociaciones internacionales para abordar las causas estructurales de la devastación ecológica (LD, 54-57).

Más allá del extractivismo, las soluciones de reverdecimiento superficial incluyen iniciativas corporativas y gubernamentales que promueven un discurso ambientalista mientras continúan con prácticas insostenibles. Muchas empresas afirman ser “carbono neutro” compensando emisiones con reforestaciones que no restauran la biodiversidad ni respetan los derechos de los pueblos indígenas. Otras apuestan por la geoingeniería, que no resuelve las injusticias climáticas estructurales. Este “greenwashing” engaña al público, haciéndole creer que se está avanzando, cuando en realidad se sigue permitiendo la explotación y afectación de ecosistemas y comunidades.

PUAM busca acompañar a las comunidades amazónicas en su resistencia y cada vez es más evidente que estas falsas soluciones son solo versiones más sofisticadas de la misma lógica de dominación colonial. La clave no es solo cambiar políticas, sino abrazar una conversión ecológica profunda que ponga en el centro la vida, la dignidad y la justicia.

La Amazonía: Territorio Sagrado y Desafío Moral

La Amazonía no es solo un tesoro ecológico, sino un territorio sagrado donde los pueblos indígenas, incluidos aquellos en aislamiento voluntario, encarnan una profunda sabiduría sobre la armonía con la creación. Como destaca Laudate Deum, los más vulnerables sufren las consecuencias más graves del deterioro ambiental (LD, 3). El informe de la CIDH, desarrollado con la Red Eclesial Panamazónica – REPAM (2019), documenta violaciones sistemáticas a los derechos de los pueblos indígenas, particularmente el despojo territorial y la criminalización de sus líderes.

El caso de los Munduruku en Brasil, quienes han resistido los proyectos hidroeléctricos en el río Tapajós, es emblemático. Presentadas como fuentes de energía renovable, estas represas amenazan territorios sagrados y modos de vida ancestrales. Laudato Si’ advierte contra el “antropocentrismo moderno” que ignora la sabiduría indígena y trata la naturaleza como un objeto de explotación (LS, 115).

Desde el PUAM impulsamos programas educativos territoriales que integran el conocimiento indígena, la doctrina social de la Iglesia y la investigación científica. Esta educación es clave para deconstruir paradigmas coloniales y promover una nueva forma de habitar la Amazonía basada en la autodeterminación comunitaria y la justicia ecológica.

Criminalización de Defensores de la Tierra: Una Herida Abierta en la Amazonía

La Iglesia en la Amazonía ha denunciado la persecución de líderes indígenas y defensores ambientales. El asesinato de Paulo Paulino Guajajara, en Brasil en el año 2019 justo después de la Asamblea del Sínodo en Roma, es solo un ejemplo del peligro que enfrentan quienes defienden sus territorios. Laudato Si nos recuerda que la lucha por la justicia climática es inseparable de la lucha por la dignidad humana: “la indiferencia o la crueldad ante las demás criaturas de este mundo siempre terminan trasladándose de algún modo al trato que damos a otros seres humanos” (LS, 92).

La Iglesia debe asumir un rol más profético, denunciando estas injusticias y acompañando a las comunidades en su lucha. Las universidades católicas tienen la responsabilidad moral de exponer las contradicciones del capitalismo verde y abogar por cambios sistémicos. Desde el PUAM, mediante los centros comunitarios de aprendizaje, buscamos ayudar en la formación de nuevas generaciones de líderes comunitarios comprometidos con la ecología integral y la defensa de los derechos humanos.

Una Conversión Eclesial Irreversible

A cinco años de Querida Amazonia, la Iglesia en la Amazonía ha cambiado y no hay vuelta atrás. La creación de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) es un fruto directo de este camino sinodal. Este organismo articula instancias regionales como CELAM, CLAR, Cáritas y REPAM, con una fuerte representación de los pueblos, y sigue impulsando el sueño de una Iglesia que camina con los descartados del mundo.

Otro signo esperanzador es el PUAM, que encarna lo que el Papa Francisco propone en el Pacto Educativo Global: una educación superior con nuevos paradigmas, que haga de los pueblos sujetos de su transformación.

Los vientos del Espíritu siguen desbordando desde la Amazonía y son una buena noticia para toda la Iglesia Universal.

Conclusión: La Amazonía Como Prueba de Nuestra Fe

La Amazonía no es solo un territorio en conflicto por la justicia ambiental, sino un desafío espiritual que pone a prueba la credibilidad de nuestra fe. La respuesta de la Iglesia no puede quedarse en declaraciones, debe traducirse en acciones concretas que defiendan la vida en todas sus formas. Como recuerda Laudato Si’, “Necesitamos fortalecer la conciencia de que somos una sola familia humana” (LS, 52).

El PUAM sigue comprometido con este llamado urgente, siendo un puente entre la fe y la acción, entre la tradición y la transformación. Defender la Amazonía es defender la vida misma. En este camino, estamos llamados a ser contemplativos y profetas, testigos de una nueva forma de habitar nuestra Casa Común.

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