En 2025, el Día Internacional de la Educación, que se celebra el 24 de enero, estará dedicado a la inteligencia artificial (IA), según ha anunciado la UNESCO. Esta elección pone de relieve el advenimiento y la creciente influencia de la IA en la sociedad y en los procesos educativos en su conjunto, así como la necesidad de integrarla de manera ética, coherente y eficaz en la práctica educativa.

También en enero (26) se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, que pone de relieve la importancia de sensibilizar y educar a las sociedades sobre los problemas ambientales. Se destaca así la importancia de una educación comprometida con el cuidado de nuestra casa común y la promoción de prácticas que fortalezcan la ecología integral en nuestro entorno.

El año 2025 es especial para la Iglesia Católica. Es un período en el que estamos llamados a celebrar el Jubileo de la Esperanza y, como «Peregrinos de la Esperanza», nuestro compromiso con la vida en abundancia (Jn 10,10). También es el año en que recordamos el 10º aniversario de la publicación de la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco, publicada en 2015.

Laudato Si’ (LS) subraya la urgencia de una ecología integral que reconozca la interconexión entre todas las formas de vida y el medio ambiente. El Papa hace un llamamiento a la humanidad para que asuma la responsabilidad de cuidar nuestra casa común, promoviendo una relación armoniosa con la naturaleza y todos los seres vivos. Esta perspectiva está alineada con los objetivos de la Educación Ambiental, que busca desarrollar actitudes y valores de responsabilidad socioambiental, fomentando el sentido de pertenencia al planeta.

El Programa Universitario Amazónico (PUAM), una experiencia educativa resultante del Sínodo de la Amazonía ejemplifica la aplicación práctica de estos principios, promoviendo una educación centrada en el cuidado de nuestra casa común, especialmente en la preservación panamazónica. Integrando conocimientos tradicionales y científicos, el PUAM busca desarrollar procesos educativos universitarios que contribuyan a la formación de ciudadanos comprometidos con la ecología integral, como preconiza Laudato Si’. Este enfoque educativo es fundamental para enfrentar los desafíos ambientales específicos de la región amazónica y contribuir a la conservación global.

Desde esta perspectiva, es necesario volver a lo que defiende el informe de la UNESCO «Reimaginar juntos nuestro futuro: un nuevo contrato social para la educación», cuando propone una transformación educativa que reconstruya nuestras relaciones con los demás, con el planeta y con la tecnología. Una que se comprometa con la inclusión, con la vida de las generaciones futuras y con la promoción de la ética y la justicia social.

Esta visión está en consonancia con la propuesta de ecología integral del Papa Francisco, que aboga por un enfoque holístico para hacer frente a las crisis socioambientales. La educación, en este contexto, se convierte en una poderosa herramienta para promover los cambios de comportamiento y estructurales necesarios para la sostenibilidad.

La integración de la inteligencia artificial en la educación ofrece muchas oportunidades para personalizar el aprendizaje y hacerlo más accesible. Sin embargo, es crucial que esta integración esté guiada por principios éticos que garanticen la equidad y el respeto de los derechos humanos. La IA debe utilizarse para reforzar la educación medioambiental proporcionando recursos y herramientas que faciliten la comprensión y la acción en favor del medio ambiente.

En este año jubilar, la inspiradora celebración conjunta del Día Internacional de la Educación y el Día Mundial de la Educación Ambiental en 2025 nos invita a reflexionar sobre el papel transformador de la educación en la construcción de sociedades justas, sostenibles y éticas. Alineando los avances tecnológicos con los principios de la ecología integral, podemos promover un desarrollo que fomente el buen vivir y respete la vida en su conjunto.

Esperemos que la educación se reimagine cada vez más para hacer frente a los retos contemporáneos, integrando la inteligencia artificial de forma ética y promoviendo una profunda conciencia medioambiental. Sólo mediante un compromiso colectivo con la educación y el medio ambiente podremos garantizar un futuro sostenible a las generaciones venideras.


Referencias:

ACOSTA, A. O bem viver: uma oportunidade para imaginar outros mundos. São Paulo: Autonomia Literária, Elefante, 2016.

FRANCISCO, P.  Carta Encíclica Laudato Si´. Louvado Sejas, sobre o cuidado da casa comum. São Paulo: Paulus, Loyola, 2015.

GADOTTI, M. Pedagogia da terra. São Paulo: Peirópolis, 2000.

SÍNODO DOS BISPOS. Documento final da Assembleia Especial do Sínodo dos Bispos para a Região Amazônica. Amazônia: novos caminhos para a Igreja e para uma ecologia integral. Vaticano, 2019.

UNESCO. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación. Informe de la Comisión Internacional sobre los futuros de la educación. França: UNESCO, 2021.

Catálisis – Revista Digital: https://www.catalisisec.com/post/educaci%C3%B3n-ambiental.

UNESCO: https://www.unesco.org/es/articles/la-unesco-dedica-el-dia-internacional-de-la-educacion-2025-la-inteligencia-artificial.

por:
27 de enero de 2025

Gracias por alimentar nuestra esperanza!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *