Del 20 al 24 de mayo de 2025, la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-Río) acogió el Congreso de las Universidades Iberoamericanas Preparatorio para la COP 30, bajo el lema “Deuda Ecológica y Esperanza Pública: A 10 años de Laudato Si’”. Organizado por la Red Universitaria para el Cuidado de la Casa Común (RUC), con el respaldo de la Pontificia Comisión para América Latina (PCAL) y la Asociación de Universidades Jesuitas (AUSJAL).
Este evento reunió a más de 200 universidades de América Latina, el Caribe, España, Portugal y Estados Unidos, junto a representantes de gobiernos, organismos internacionales, el sector privado y la sociedad civil. El congreso, enmarcado en el décimo aniversario de la encíclica Laudato Si’ y en preparación para la COP 30 en Belém, tuvo como objetivo promover el diálogo intersectorial, fomentar redes de cooperación universitaria y articular recomendaciones estratégicas para enfrentar la crisis climática desde un enfoque de sostenibilidad y justicia social.
Un momento destacado del congreso fue el mensaje enviado por el Papa León XIV, quien asumió el pontificado el pasado 8 de mayo. En un video difundido durante la inauguración, el Santo Padre llamó a las universidades a ser “faros de esperanza” en la lucha contra el colapso climático, instándolas a liderar con valentía una transformación estructural que priorice la justicia ecológica y la voz de los más vulnerables. Subrayó la importancia de la sinodalidad como un modelo de acción colectiva, exhortando a las instituciones académicas a trabajar en alianza con los pueblos originarios y las periferias para construir un futuro sostenible. Su mensaje resonó como un respaldo al trabajo de la RUC y al compromiso de las universidades iberoamericanas con el Pacto Educativo Global, reforzando la idea de que la educación superior debe ser un motor de cambio estructural, no solo un observador de la crisis.
El PUAM estuvo presente
Mauricio López Oropeza, rector y fundador del Programa Universitario Amazónico (PUAM), presentó la ponencia “Del colapso climático al tejido de esperanza: Redes comunitarias intercontinentales como sujetos promotores del desarrollo sostenible” en la Mesa Redonda: “El camino a seguir: de Río a Belem”. López destacó la urgencia de reconfigurar las causas estructurales de la crisis climática, inspirándose en la interdependencia cósmica propuesta por Teilhard de Chardin. En su intervención, enfatizó que las universidades no deben limitarse a gestionar la crisis, sino transformarse en agentes de cambio estructural, acompañando a los territorios y sus comunidades. Su mensaje subrayó la necesidad de un nuevo modelo educativo que integre la interculturalidad, la formación crítica y el compromiso con los pueblos originarios, posicionando al PUAM como un referente en esta visión transformadora.
López también abordó la deuda ecológica, un concepto central del congreso, ilustrándola con el impacto devastador del extractivismo en la Amazonía, como la sequía de 2024-2025 y el desplazamiento de comunidades por proyectos de “transición energética” que ignoran a los pueblos locales. Desde su experiencia como co-diseñador del Centro de Programas y Redes del CELAM (CEPRAP) y cofundador de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), destacó el poder de las redes territoriales como sujetos eclesiales y políticos. Estas redes, como la Ecclesial Networks Alliance for Integral Ecology (ENA), articulan esfuerzos globales para incidir en espacios como las COP, evitando que se conviertan en ejercicios de “greenwashing”. López llamó a las universidades a asumir un rol activo en la COP 30, integrando las voces de los territorios y promoviendo una gobernanza sinodal que priorice la justicia socioambiental.
El rector del PUAM también presentó los avances del programa, que une a universidades como la PUCE, UNIMINUTO, PUC-Río, PUC-Perú, PUC-Javeriana, UCAB, UC-Brasilia y UC-Boliviana en un esfuerzo por ofrecer una educación liberadora y territorializada. Anunció la creación de una Escuela de Gobernanza y Liderazgo Sociopolítico Sinodal, diseñada para formar líderes capaces de incidir desde los territorios en alianza con comunidades, empresas e iglesias. Esta iniciativa, respaldada por AUSJAL y la PUC-Río, busca consolidar un modelo de formación que no solo responda a la crisis climática, sino que transforme los paradigmas de desarrollo desde la base. López enfatizó que la esperanza debe tejerse desde las periferias, confrontando al centro y acompañando el pontificado de León XIV con un compromiso profético.
El congreso cerró con un llamado a la acción para que las universidades iberoamericanas asuman compromisos concretos hacia una transición justa, alineados con los objetivos de la COP 30. Las recomendaciones surgidas del evento, que serán presentadas en Belém, incluyen propuestas para financiar programas educativos territoriales, fortalecer redes interuniversitarias y garantizar la participación de comunidades vulnerables en los procesos de toma de decisiones globales. Este encuentro no solo consolidó el liderazgo de la RUC en la articulación académica para el cuidado de la casa común, sino que también marcó un hito en la construcción de una esperanza pública que, como señaló Mauricio López, “se teje desde los márgenes” para transformar el mundo.